Al menos de forma preliminar, los resultados de la Fase 3 de la prueba de la vacuna desarrollada por Pfizer, en conjunto con compañía alemana BioNTech, muestran que se reduce en más de un 90% el desarrollo de casos sintomáticos de Covid-19 comparado a aquellos pacientes que reciben un placebo. Por meses, varios investigadores habían advertido que la efectividad de la vacuna podría ser de hasta un 60% o 70%, lo cual refleja lo bueno de esta noticia en la carrera para controlar la pandemia global.
Este anuncio fue celebrado por analistas de mercado, quienes creen que será muy positivo para la economía global durante el próximo año, lo que impulsó que las acciones que habían sido afectadas durante este año por efectos del Covid-19 subieran de forma importante. Otros activos riesgosos también subieron de valor, como por ejemplo, los bonos de empresas. Sin embargo, las acciones que se han visto beneficiadas por los efectos de la pandemia tendieron a bajar. Todo esto luego de un muy muy buen inicio de mes de noviembre para los mercados, que celebraron la disminución de la incertidumbre sobre las elecciones de Estados Unidos, al mismo tiempo que Joe Biden se encaminaba a ser el nuevo presidente electo de ese país, junto con un senado que no pudo ser controlado por los demócratas.
La Fase 3 del estudio de la vacuna de Pfizer está aún sin terminar, y los datos finales podrían afectar estas conclusiones. Por ejemplo, aún no se sabe qué tan grave han sido los síntomas en los casos sintomáticos, ni tampoco se ha comunicado si la vacunación generó algún tipo de prevención de contagios asintomáticos. Además, dado que la vacuna ha sido estudiada sólo unos cuantos meses, es imposible decir por cuánto tiempo se genera inmunidad contra la infección del virus.
Estos resultados tampoco han sido revisados por la comunidad científica, o publicados en una revista científica formal, y ni Pfizer ni BioNTech han dado detalles adicionales de los resultados de la vacuna realizados por entes independientes. Pese a eso, la noticia es alentadora para esta vacuna, como también para otras vacunas que están en etapas de pruebas finales, incluyendo las desarrolladas por Moderna, AstraZeneca, y Johnson & Johnson.
En el caso de ser autorizados, la fabricación de la vacuna será limitada. Pfizer indica que a lo más 50 millones podrían ser fabricadas dentro de este año, pero durante el año 2021 podrían fabricarse 1.300 millones de dosis. Además de la fabricación, hay un desafío relacionado a la distribución, ya que la vacuna debe almacenarse en condiciones de super-frío (-70º Celsius), lo que hace extremadamente difícil la distribución alrededor de todo el mundo.
Tanto la vacuna de Pfizer como la desarrollada por Moderna se basan en la tecnología del ARN mensajero, o m-ARN, la cual es una tecnología que usa material genético para que el propio cuerpo humano sintetice las proteínas del virus y aprenda a atacarlas. Otras vacunas en fases finales usan virus genéticamente alterados con un propósito similar, o simplemente inyectan directamente piezas de proteínas del virus. Ninguna vacuna basada en m-ARN ha sido aprobada para uso en humanos por el momento.
En el anuncio de los resultados, Pfizer y BioNTech revelaron una sorpresa: esperaron a tener una muestra mínima analizada de 94 personas contagiadas por Covid-19, en vez de las 32 personas que habían planeado inicialmente, para comunicar los resultados preliminares. De estas 94 personas, se estima que nueve o menos habrían pertenecido al grupo de voluntarios vacunados. Esto significa que, al menos de forma estadística, el resultado es más robusto de lo inicialmente esperado.
Pfizer estima que podrían tramitar la autorización de la vacuna la tercera semana de noviembre, basados en los supuestos de que la FDA (el organismo que autoriza medicamentos en Estados Unidos) estaría dispuesto a aceptar dos meses de datos sin signos de peligro a partir de la segunda dosis de la vacuna, recabados a partir de la mitad de los voluntarios de una muestra que inicialmente se planeaba de 30.000 personas. Actualmente el estudio cuenta con 43.538 voluntarios, de los cuales 38.955 han recibido la segunda dosis, y 42% se encuentran fuera de Estados Unidos.