Le tiré la siguiente provocación “ya, tienes el problema claro, has conversado con más de 20 personas, no entiendo bien qué estás esperando. Ponle un nombre feo, no importa, y lanza una landing page rápido, hay un montón de herramientas en Google para hacer eso. Cuando tengas el link mándamelo. Si me lo mandas hoy voy a pensar que eres capo y te motivaste, pero si te demoras mucho… Así te voy a medir, así es como de hecho los inversionistas te van a medir: mostrando deltas de avance entre una conversación y otra”.
Lo provoqué porque encontré que el problema que pensaba resolver era súper aburrido y me encantan los problemas súper aburridos porque son los menos explorados y la solución puede hacer al mundo mejor. Las personas que buscan emprender suelen pensar ideas entretenidas echados en su sofá, y creo que en general es mejor hacer lo que esta persona había estado haciendo: hablar con personas y buscar un problema. Pulirlo.
La iteración en la vida es inevitable, y no hay nada más rápido de iterar que lo que dices y piensas. No tienes que deshacer código, no tienes que volver a motivar a un equipo con algo distinto (por eso al principio ten el mínimo de personas en tu startup). Simplemente dijiste algo y al escuchar, puedes cambiar y ahora decir otra cosa. Mejorada.
Así van viajando las ideas en tu cabeza, modificándose, hasta que das con un problema, ojalá muy aburrido para que sean muchas las personas las que no lo quieran tener y por lo tanto estén dispuestas a pagar, harto.
Una vez que lo encontraste o incluso si no estás segura de haberlo encontrado, pruébalo. En las conversaciones te dijeron que tu idea era buena o si te encontraste con alguien honesto, que tu idea era mala. Son todas opiniones y por lo tanto no son tan importantes. Hay que probar.
Se puede lanzar algo en internet en pocas horas. No te preocupes si es feo. De hecho, si lo que lanzas no te da un poco de vergüenza, entonces estás yendo lento. Y nunca, nunca, tu producto va a estar terminado, así que menos lo esperes en tu día 1 de testeo.
El objetivo acá es descubrir rápido si alguien quiere lo que ofreces y paga un precio bueno por ello, porque ése es otro error: cobrar menos para que resulte. No. Cobra inmediatamente el precio que te permita ganar lo suficiente. No te engañes, no pierdas tiempo. Si no resulta así, has gastado tan poco tiempo, que podrás probar otra cosa pronto. Hasta que algo funcione.
Nuestra conversación fue el lunes pasado el mediodía.
A las 11:54 PM recibí un mail.
Hola Pedro. Soy Stavros, hablamos hoy y quedé en enviarte la landing de la idea que te comenté. Aquí está: lesly.cl
Columna publicada originalmente en El Mercurio el 9 de abril de 2020.