Los Globos de Oro
Los Globos de Oro premian lo mejor del año en el cine e incluyen televisión y premios específicos de comedia. En vez de un gran espectáculo, la ceremonia es una cena formal, donde los asistentes están más relajados, borrachos y todo importa un poco menos.
Como es la antesala de los Óscar y también un hito televisado al que quienes seguimos estas cosas ya estamos acostumbrados, sorprende que este año no se vayan a transmitir.
Siempre han tenido una reputación dudosa. La asociación está compuesta por pocos miembros, todos secretos, que se dejan influenciar por distribuidoras y productoras que les compran regalos y viajes. Eso no es secreto.
Por lo mismo, sus nominaciones tienen resultados cuestionables, con películas que la crítica basureó y que nadie vio, y premiando a estrellas hollywoodenses solo porque son famosos. Básicamente, no significan mucho y todes lo sabemos, pero son divertidos de ver.
Este año enfrentaron una polémica cuando se descubrió que entre sus miembros votantes no había nadie afrodescendiente. Esto podría explicar un poco por qué sus nominados suelen ser blancos, lo que llevó a la prensa a exigirles mayor representatividad.
Los Globos se comprometieron a hacerlo, pero cuando no explicaron cómo ni cuándo, la gente se empezó a enojar. La agrupación Times Up y los streamers Netflix y Amazon, entre muchos otros agentes, decidieron cortar relaciones con la institución hasta que hicieran las reformas adecuadas. NBC, el canal que transmite el evento, decidió no televisarlo.
Los pobres Globos de Oro tuvieron que escuchar. Metieron a 21 nuevos miembros para “diversificar” su panel y decidieron seguir adelante con la ceremonia el 9 de enero, aunque no sea transmitida y probablemente nadie asista por la polémica.
El boicot es real, pero el canal les aseguró volver a transmitirlos el 2023 si es que hacen los cambios pertinentes. ¿Es esto algo serio que debe rectificarse o es Hollywood jugando a la superioridad moral? Probablemente, ambas, ya que debemos recordar que este problema existe en la industria del entretenimiento (recordemos el hashtag reciente #OscarsSoWhite, que también obligó a los Óscar a incluir más miembros internacionales).
Así que Hollywood está escuchando y quiere hacer cambios. Y nosotros nos quedamos sin Globos de Oro esta temporada. Está bien, sobreviviremos, pero es una lástima porque justo este lunes anunciaron sus nominaciones y están bastante mejores que en las ediciones pasadas.
Las películas que lideran de autoficción de Kenneth Branagh Belfast –un coming of age que relata su infancia en Irlanda– y El Poder del Perro, de la cual hablamos y les recomendamos ver. ¿Ya la vieron? Seguiremos insistiendo.
Por el lado de las comedias o musicales, lideran el recién estrenado remake de West Side Story de Steven Spielberg, que dicen que está muy bueno, y Don’t Look Up, la parodia llena de famosos que se estrena en Netflix el 24 de diciembre.
Por el lado de la televisión, Succession, que TAMBIÉN les recomendamos y que acaba de terminar su tercera temporada, lideró las nominaciones.
Un buen grupo de elecciones se mandaron en una ceremonia que no podremos ver. Pero así funcionan los castigos y probablemente sea para mejor. Por último, que sus nominaciones nos sirvan como guía para sacar ideas de qué ver para Navidad con la familia.