Las elecciones estadounidenses son difíciles de entender, sobre todo el recuento de votos. Acá una traducción del proceso.
En Estados Unidos, tener más de 50% de los votos populares no es suficiente para elegir al nuevo presidente. Te acuerdas que en las elecciones de 2016 Hillary Clinton tuvo casi 3 millones de votos más que Trump, y perdió?
Las elecciones en Estados Unidos funcionan por sufragio indirecto.
Cada uno de los 50 estados hace una votación para elegir a sus delegados, que componen su colegio electoral. Los estados más grandes tienen derecho a más representantes. El partido ganador se lleva todos los delegados del estado, conocido como winner takes all o “el ganador se lleva todo”. Esto significa que si un candidato gana en un estado, aunque sea con una pequeña ventaja de menos de 1%, igual se lleva todos los delegados.
Algunos estados tienen apenas 3 delegados, como es el caso de Wyoming, pero estados más grandes tienen 55, como California, 38 en Texas, 29 en Nueva York.
Para que un candidato gane la presidencia tiene que conseguir al menos 270 delegados.
Hay estados que históricamente han tenido mayoría demócrata, como California y Nueva York, mientras que Texas y Kansas se han inclinado por los republicanos.
A los estados que no tienen una preferencia histórica por ningún partido les dicen Swing States. Suelen tener una competencia feroz en cada elección y son determinantes para definir el ganador, sobre todo los que tienen más delegados, como Florida (29) y Pensilvania (20).
Por la pandemia, este año casi 100 millones de personas enviaron su voto por correo o lo hicieron presencialmente por adelantado. Esta cifra representa ¾ del total de votantes de 2016.
El recuento de los votos por correo es un proceso manual que puede tomar mucho tiempo: hay que abrir el primer envelope, hacer el chequeo de la firma en el segundo sobre, después abrirlo y escanear la cédula. Esto implica que probablemente tengamos que esperar unos días para tener el resultado de todos los estados.
Si el resultado no fuese tan estrecho no sería necesario esperar el recuento de los últimos estados para saber quién gana, pero la noche de la elección terminó sin claridad de quién quedará en el poder los próximos 4 años.