Por mandato del presidente de Estados Unidos, el 31 de diciembre la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE) anunció la eliminación de tres emisores chinos de telecomunicaciones de la bolsa de Wall Street. Cuatro días después nos sorprendió con su retracto, porque las autoridades regulatorias dijeron que no sería necesario.
Y ahora se volvieron a arrepentir y sí las sacarán.
¿Qué pasó? Matías Aránguiz, experto en tecnología y finanzas chinas, nos explica.
Un poco de contexto
Estados Unidos ha hecho noticia por sus bloqueos financieros y económicos. El bloqueo a Cuba es el más antiguo y más prolongado. Comenzó en 1958 con la restricción a la venta de armas y luego se incorporaron otros productos como alimentos y medicinas. Incluso Bill Clinton fue más lejos y extendió las prohibiciones sobre Cuba al incorporar empresas de otros países que tuviesen dueños norteamericanos, creando la primera ley transnacional en el mundo.
Otros bloqueos se dirigieron a Venezuela, Corea del Norte e Irán. Estados Unidos presionó a los tres países con bloqueos comerciales para que ellos aceptaran sus demandas: la salida de Nicolás Maduro, la reducción del arsenal nuclear y la eliminación del programa de misiles.
Pero el más polémico, en especial durante la administración de Donald Trump, es el bloqueo a China. En los últimos años, Estados Unidos le impuso aranceles especiales, les prohibió la adquisición de productos específicos y bloqueó el acceso a industrias completas.
Donald Trump y su nuevo bloqueo a China
En noviembre de 2020 Donald Trump emitió una orden que prohíbe la inversión de estadounidenses en empresas chinas que cotizan en bolsas de EE.UU, que sean propiedad o que estén controladas por el ejército asiático.
Esta orden convoca una ley del año 1999 que ordena al Departamento de Defensa compilar una lista de compañías que tengan relaciones militares. Al 21 de diciembre, esta lista negra tenía 58 empresas chinas y 45 rusas. Y podría seguir creciendo si el gobierno americano sospecha que nuevas empresas están bajo control del ejército.
Esta orden es un reflejo de una política más amplia que busca evitar el financiamiento a otros países de forma indirecta; para esto, se aprobó a fines de 2020 una ley más general que la orden nacional. EE.UU. teme que China esté usando empresas, universidades o programas de investigación para que el ejército tenga acceso a mejor tecnología y/o a la experiencia de grupos civiles. Y peor, financiado por Estados Unidos.
“Estados Unidos está poniendo en práctica la soberanía de inversión: no financiar otros Estados —ejército incluido— a través de los inversionistas locales”
China tiene tres bolsas de valores: de Shanghai, de Shenzhen y de Hong Kong. En las dos primeras, sólo se cotizan empresas chinas y la mayoría pertenece al Estado por lo que las empresas norteamericanas no podrían financiarse a través de ellas. La Bolsa de Hong Kong ofrece instrumentos de empresas extranjeras y empresas que pertenecen a NASDAQ, la segunda bolsa de valores más grande de Estados Unidos, así que la cantidad de empresas extranjeras listadas versus las chinas es mínima.
La ley inicial
Esta orden está en línea con una ley más amplia. En 2020 se aprobó en Estados Unidos una ley que prohíbe la inversión de inversionistas americanos en empresas que estén controladas por un gobierno extranjero. Si la empresa no puede demostrar que cumple esa condición o si la Junta de Supervisión de las Empresas Públicas (PCAOBA, por sus siglas en inglés) no puede auditarlas por tres años consecutivos para asegurarse que no están bajo tal control, se prohíbe la compra de acciones o bonos en las bolsas de comercio estadounidenses.
“Es difícil determinar cuándo una empresa está financiada o controlada por un Estado. En Chile, cualquier empresa —principalmente startups— que haya sido financiada por CORFO tendría participación estatal”
El problema de las empresas chinas es que su propia legislación no les permite que documentos de auditoría salgan del país. Entonces, es muy difícil que puedan cumplir con estos requisitos.
Según la información de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés), 224 empresas listadas en las bolsas de Estados Unidos están ubicadas en países donde no se permite la inspección por parte de la PCAOB. Éstas representan más de 1,8 billones de dólares y del total, un 95% de las empresas que no permiten la revisión de sus auditorías tienen auditores chinos.
Esta ley tuvo amplio apoyo entre los parlamentarios norteamericanos después del escándalo de Luckin Coffee, el llamado “Starbucks chino”, que infló sus ventas entre abril y diciembre por un monto de 120 millones de dólares (aprox. 84,5 mil millones de pesos). Si esta ley hubiese existido antes de este incidente, la Junta de Supervisión podría haber descubierto el fraude.
Las salidas de las bolsas y los índices
Y toda la ley y orden anterior motivó a que el 31 de diciembre, la NYSE anunciara que eliminaría de la bolsa tres acciones de telecomunicaciones chinas (China Mobile, China Telecom y China Unicom). Sólo cuatro días después del anuncio, la NYSE informó que ya no las deslistaría. Esto porque, en sus propias palabras, consultaron con las autoridades regulatorias relevantes y la oficina encargada del control de activos extranjeros, y ellos no encontraron razones suficientes para eliminarlas.
Y el 5 de enero de 2021 se volvieron a retractar, otra vez. ¿Qué pasó? Una supuesta llamada directa de la Casa Blanca a la presidenta de la bolsa. Por lo que ahora el lunes 11 de enero estarían las tres fuera.
Si es que no vuelven a arrepentirse.
Es importante destacar que las empresas creadoras de índices de mercado ya habían sacado a estas tres acciones de sus listas. Por ejemplo, la empresa Dow Jones Indexes, dueña del famoso S&P 500, ya eliminó a las compañías prohibidas de sus índices de acciones y bonos. FTSE Russell y MCSI Inc. también eliminaron a las relacionadas con la lista negra a fines del año pasado.
Y…¿qué respondió China?
El Ministerio de Comercio de China advirtió que tomará las medidas necesarias para proteger los derechos e intereses de las empresas chinas, sin detallar cuáles serán. El equivalente chino de la Comisión para el Mercado Financiero indicó en un comunicado que este golpe está basado en propósitos políticos e ignora “la situación actual de grandes compañías y el derecho de los inversionistas globales”.
“El principio de reciprocidad dice que Estados deben tratarse de formas similares. Si un Estado A permite a las personas de un Estado B cierta actividad económica, lo mismo debería permitir el Estado B de las personas del Estado A. China restringe el acceso a plataformas de telecomunicaciones y otras áreas más a través de su listado de sectores prohibidos, restringidos y promovidos para inversiones extranjeras. Whatsapp y Facebook están bloqueados”
En realidad, el golpe fue más simbólico que real. Una advertencia del estilo: “sé lo que estás haciendo, aunque intentes esconderlo” y "no financies tu ejército con mis inversionistas".
Aunque su exclusión de la NYSE no tiene gran efecto en el financiamiento de estas compañías, porque cotizan más masivamente en las bolsas chinas. El volumen de las transacciones de estas tres empresas en Estados Unidos es bajo: los instrumentos que usan para ser transadas en bolsa (llamados ADR) tienen un valor menor al 2,2% de su capital total.
Así que tendremos que esperar para ver si el próximo lunes estarán eliminadas, o seguirán con las vueltas de carnero. Lo que sí sabemos es que probablemente el efecto real será acotado.