Este 24 de marzo, la agencia S&P Global Ratings decidió rebajar la calificación crediticia de Chile, desde A+ hasta A, con perspectiva estable.
Aquí te explicamos qué es esta calificación, qué significa que le hayan bajado la nota a Chile y por qué no tiene mucho efecto en tus inversiones en Fintual.
¿Quién pone nota y por qué?
Aparte de ser un índice (el S&P500), S&P es una clasificadora de riesgo, una de las más importantes del mundo, junto a Moody's Investors Service y Fitch Ratings.
Estas calificadoras le ponen nota a empresas y países según la probabilidad de que dejen de pagar sus obligaciones en el futuro (probabilidad de default). En una frase, un país con buena nota crediticia debería ser un país que se espera que sea bueno pagando sus deudas.
Para “poner nota” o determinar qué tan riesgosa es la entidad, las calificadoras (que también se conocen como casas) analizan un montón de datos financieros, políticos y económicos.
En el caso de países, algunas de las cosas que se evalúan son la estabilidad del gobierno y si este sigue políticas fiscales sostenibles. También se evalúan aspectos como qué tan autónomo es su Banco Central, cómo es su política monetaria y cómo se ven las perspectivas de crecimiento económico del país.
Buenos y malos pagadores
En palabras simples, la nota crediticia da un indicio de qué tan riesgoso es prestarle plata a un país o empresa. De esta manera, las calificaciones ayudan a que quienes invierten entiendan el nivel de riesgo asociado a su inversión.
Una forma común de “pedir plata prestada”, para países o grandes entidades es emitiendo bonos. Es como si publicaras un anuncio en el diario diciendo:
“Necesito un crédito por $100.000.000, puedo pagar $500.000 mensual por los próximos 25 años, ¿algún banco interesado?”.
Estos instrumentos tienen una tasa de interés o una promesa de cuánto van a pagar una vez que devuelvan ese préstamo.
Esto se traduce en que, mientras más riesgo (o menos probabilidad de que la entidad que emita el bono lo pague), la tasa de interés va a ser más alta. Y tener que ofrecer mayores tasas significa que al país o empresa le sale “más caro” pedir dinero prestado, porque van a tener que pagar más intereses a quienes les presten plata.
Un buen instrumento para entender el nivel de riesgo crediticio de un país son los credit default swaps o CDS.
Los CDS son como un seguro en los que puedes pagar una prima para asegurarte en caso de que el país no te pague. Mientras más alto el nivel de la prima, más riesgoso es el país, ya que es más caro tomar el seguro de que te devuelva tu dinero.
Este gráfico compara el CDS a 10 años de varios países. En el eje vertical tenemos el nivel de esta prima o spread:
De acuerdo al gráfico, podemos entender que es más probable que México no pague sus bonos antes que Chile (o al menos eso cree el mercado).
Hablando de malos pagadores, cómo olvidar las innumerables veces que el señor Barriga tuvo que perseguir a Don Ramón para que le pague el alquiler.
La nota y su perspectiva
Además de entregar una nota, las calificadoras otorgan una perspectiva, que puede ser negativa, positiva o estable.
Esta perspectiva indica si las casas prevén un nuevo cambio en la calificación de riesgo en el corto plazo y en qué sentido. Es un “estamos considerando seriamente bajar/subir la calificación de riesgo de este país”. Acá puedes ver un mapa interactivo con las notas y perspectivas de distintos países.
Las escalas, que se pueden ver en la foto de abajo, varían un poco según cada calificadora, pero en general están bastante alineadas:
En octubre de 2020, Fitch había bajado la calificación de Chile desde A hasta A-, manteniéndose hasta ahora con perspectiva estable, igual que S&P luego del cambio.
Por otro lado, Moody’s, que no cambia su calificación para Chile desde julio de 2018, le da al país un rating de A1 con perspectiva negativa, por lo que podría pasar que en el corto plazo siga los pasos de las otras dos casas y le baje la nota a Chile.
Ya, ¿y qué implicancias tiene esta rebaja?
Sobre la rebaja de S&P se pueden decir varias cosas.
Lo primero es que, como Fitch había hecho lo mismo hace poco tiempo y la nota de S&P tenía una perspectiva negativa, esta baja era bastante esperable.
El mercado tiene expectativas de lo que va a pasar y, de acuerdo a ellas, tiende a internalizar muchas cosas antes de que sean noticia. Es decir, al mercado no le hacía falta el anuncio formal para saber que la calificación crediticia de Chile iba a bajar.
Es como cuando vas al doctor porque te duele algo: lo que te hace estar mal es el dolor que tienes y no el diagnóstico que te da el doctor. En este caso, el mercado tenía súper identificado el dolor antes del diagnóstico de S&P.
El cambio de clasificación muestra a la economía chilena un poco más débil y riesgosa. Normalmente, el valor de la moneda de un país depende de varios factores y uno de ellos es la robustez de la economía del país.
Las razones de S&P para la degradación de Chile fueron un prolongado deterioro en las finanzas públicas del país en los últimos 10 años. Si bien se espera que haya una recuperación económica luego de la pandemia que ayude a reducir los déficits fiscales, también habrá una mayor presión política por aumentar el gasto social, esto último ligado al estallido social y al proceso constituyente.
Esta rebaja en la calificación de riesgo precisamente muestra a la economía chilena menos robusta. Y una economía más débil puede afectar a los precios de los activos financieros, tanto al tipo de cambio, como a las acciones y bonos de empresas locales. Sin embargo, como te mencionamos, en general el mercado se adelanta a estas decisiones, por lo que su efecto el día de la noticia puede llegar a ser imperceptible en términos de precios.
De todas formas, Chile sigue teniendo buena nota. Una comparación con otros países ayuda a darle contexto a esta rebaja en la calificación de riesgo:
Podemos ver que Chile sigue teniendo alta calidad crediticia, con bajo riesgo, especialmente bastante por sobre otros países de la región, siendo Perú el más cercano en cuanto a calidad de crédito.
Si te fijas en el gráfico de los CDS del comienzo, se condice bastante, y es creciente en la medida que la calificación de riesgo empeora.
¿Y cómo afecta esto a Boca Fintual?
Por ahora, no mucho.
Si bien Very Conservative Streep, Conservative Clooney y Moderate Pitt invierten en algunos fondos de renta fija que tienen bonos soberanos chilenos y de deuda corporativa chilena, el efecto ya estaba asimilado y no tuvo grandes repercusiones en sus precios.
En el fondo, lo que afecta los precios de esos activos es el riesgo país (el dolor, recordando el ejemplo de más arriba) y no la calificación (el diagnóstico del médico).
Además, como vimos, Chile aún conserva un riesgo de crédito bastante superior al de los países de la región. Muy distinto a Don Ramón, que terminó recibiendo lo peor del señor Barriga y de los efectos especiales de la época.
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