En marzo de 2020 el Gobierno argentino tomó la determinación de prohibir los despidos (en el sector privado) durante 60 días. Esta medida sigue hasta el día de hoy y —probablemente— se extienda hasta 2021.
La decisión tomada por el presidente Fernández fue planteada como una ayuda a la fuerza laboral argentina frente a una oleada de "despidos injustificados" cuando comenzó la pandemia del COVID-19, la que no ha estado exenta de polémicas ni consecuencias contraproducentes según el medio estadounidense Bloomberg.
Además de lo anterior, cuando los despidos son considerados legalmente "injustos", las empresas argentinas están obligadas a pagar el doble de indemnización ordinaria. Frente a este escenario, muchos medios y figuras políticas de oposición han calificado la medida de Fernández como "populista" y acusan que genera más problemas que los que resuelve.
🤔 ¿Y qué tal les ha ido a nuestros vecinos trasandinos?
Por una parte dicha medida ha funcionado —al menos en primera instancia— como una señal política potente para l@s adherentes al Gobierno actual, pero por otra parte ha puesto contra las cuerdas a muchas empresas argentinas que simplemente han optado por otras "soluciones", tales como apelar a las suspensiones laborales (que se han disparado x10 desde marzo). Esto ha provocado una baja de la tasa de contrataciones en el último tiempo y un aumento de la fuerza de trabajo informal.
Parte de la crítica que realiza Bloomberg se fundamenta en que Argentina (tercera potencia económica de la región) presenta una tasa de inflación cercana al 40% y una importante deuda de $44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Medidas como éstas terminan siendo vistas con desconfianza al ser calificadas de extremadamente poco prácticas.
🧐 O sea todo mal. Primero la muerte de Maradona y ahora esto...
Bueno sí. Digamos también que la economía y política argentina ya venía con varios problemas hace algunos años, incluso cuando Diego Armando seguía aún con nosotros. Aunque hay algunos que creen que si la disputada herencia de Maradona fuese a parar al Gobierno argentino, algunas cosas podrían solucionarse (en realidad yo creo eso nomás, y sin una pizca de seriedad realmente, jí).
El problema político-económico argentino da para mucho más que esta bien intencionada entrada de El Fintualist. Quizás para varios libros, películas y una que otra tragicomedia teatral. Lo cierto es que todos los países han tenido que poner en la balanza el cuidado de sus compatriotas y de la economía, lo que no ha sido fácil para nadie (no tengo pruebas pero tampoco dudas).
Generalmente se piensa en dos opciones que son mutuamente excluyentes: 1) si se pone un foco potente sobre las medidas sanitarias, significará sí o sí una baja en la economía y 2) si se pone un foco potente de apertura económica, sí o sí habrá un aumento de casos contagiados.
Este último parece de sentido común, pero según las estadísticas de Our World in Data no necesariamente tiene que haber un trade-off entre economía y salud. ¿No me creen? 👇
🤷♂️ Bueno, y entonces?
El tema en Argentina es claramente complejo y viene de hace un buen tiempo. El Foro Económico Mundial ubica al país vecino en el puesto 136 de 141 en términos de flexibilidad laboral. Y si quisiera, podría sumar otros indicadores que dan para alimentar aún más la preocupación, pero para otra ocasión.
Desde el Gobierno argentino se reconoce la crisis de desempleo, pero —como es común en política— una dura oposición asume que la causa principal son las medidas tomadas, quienes además alegan que se han tomado dichas medidas para minimizar los efectos de la pandemia.
Tod@s esperamos que la pandemia y sus efectos negativos sobre las economías y sistemas de salud se terminen luego, ojalá el mismo 2021 para no sufrir más. Personalmente, ya no me importa si es que la solución viene desde la ciencia con una súper-vacuna o desde los cielos con una manito de Dios.
Fuente: El análisis de Bloomberg sobre la prohibición de despidos en Argentina: "Resulta contraproducente".