En una noticia de El Mercurio Inversiones que publicaron el viernes se lee: “El ex presidente de la Bolsa de Valparaíso acumula tres querellas por estafa y apropiación indebida. Actualmente tiene una orden de detención en su contra”.
El mes pasado, en el Diario Financiero explotó el caso Aurus donde uno de sus gerentes y socio que perdió millones de dólares, está acusado de esconder las pérdidas y transferirse millones de sus clientes mientras se emborrachaba en el Monticello (para evadirse del problema en el que estaba metido).
En enero cuando fuimos a la oficina de Aurus en La Dehesa a pedir plata para nuestro emprendimiento, quedamos gratamente sorprendidos de la empresa, del equipo, de la oficina, pero particularmente del desempeño de sus fondos.
“Nuestro fondo Insignia está rentando súper bien” -nos dijeron cuando nos íbamos.
Qué heavy que era mentira. Quien nos los dijo tampoco sabía, fue una víctima más, y hasta nos dio mucha lata por él (no nos invirtieron pero fue muy amable y claro) porque de seguro está pasando por semanas terribles. Nos nació escribirle para darle apoyo pero nos dio plancha. Medio cursi y oportunista igual.
Ahora Aurus está en un litigio legal con Compass por quién es responsable del control de la gestión.
Eso está pasando en el mundo del retail financiero. Y ojo que ni siquiera estoy hablando de las ordinarieces que hemos visto en la tele este año: el “ídolo” Alberto Chang a quien estuve a una semana o dos de conocer en una cena (me salvé), el “hacedor de escuela” Rafa Garay (amo verlo en la tele y no paro de sorprenderme con semejante capacidad de mentir, como cuando veía la serie* Lie to Me* en Netflix), los de AC Inversions en sus ferrari o los operadores cuánticos (jajajaja) de Rodríguez Asociados que astutamente iban a las minas a hacer charlas de inversiones cuando* “los viejos”* recibían sus bonos de fin de año.
No. No estamos hablando de ellos.
Hablamos de la industria formal. De los profesionales. De los que ni alguien del mundo de las finanzas está del todo inmune.
Hablamos de Aurus, grupo súper respetado en la industria cuyos fundadores vienen de Moneda, y que al parecer van a salir a responder con su patrimonio personal la estafa de uno de sus integrantes. Es eso o jubilarse (y jubilar a su reputación).
Hablamos de las corredoras como Forex Chile (hoy Capitaria) y su CEO declarando a Bloomberg el año pasado que el 70% de sus clientes perdía dinero, cuando lo que hacían (¿siguen haciendo?) es vender contratos por diferencia, hueá que en EEUU y Bélgica está prohibido vender al retail. ¿Es ilegal acá en Chile? no. ¿Es algo que recomendemos? por supuesto que no. ¿Lo encontramos* flaite*? oh yes we do.
Hablamos de los directores de banco que al terminar una reunión de directorio tiran: “no olviden traer su cachita para la próxima reunión”. Donde cachita es cualquier idea nueva de comisión de $500 que se le pueda cobrar mensualmente a su millón de clientes o más.
Cuando le cuento todo esto a mis alumnos de ingeniería en la Chile, les cuesta creerme. Creen que el lobo de Wall Street es ficción.
“Pero ¿cómo va a ser así profe?, no creo”.
Está en los diarios. Y para aquello que no esté, piensen esto: todos los hombres (y mujeres) tenemos un precio o al menos, llegado el momento, nuestra reputación duda de si saltar o no en paracaídas cuando se tienen suficientes millones de dólares en la mochila. > ¿Qué hacer frente a un panorama tan pesimista?
Qué poco conveniente reconocer estas debilidades humanas, pero sólo a partir de un análisis riguroso y así de transparente es que uno puede trabajar en las soluciones.
La que construimos nosotros es un servicio automatizado de recomendación de inversión, en que con robots -sin inconvenientes éticos- y algoritmos sencillos pero implementados por dos medio genios del equipo (el mejor ingeniero U de Chile 2011 y el mejor ingeniero U de Chile 2013), generamos las recomendaciones que de verdad te convienen como cliente.
No hacemos recomendaciones muy exóticas, de hecho en la oficina las llamamos “pan con mantequilla” por su sencillez. Priorizamos ETFs de bajo costo, con rendimiento estándar. Y no buscamos ganarle al mercado. Como en toda inversión perder plata es una posibilidad, pero hacemos recomendaciones ajustadas a tu riesgo y sin conflictos de interés.
Es algo que copiamos de EEUU y de varias otras partes del mundo, donde lo vienen haciendo desde 2011. En Chile somos los primeros.
Es un servicio por el que te vamos a cobrar. Pero te vamos a cobrar por decirte la verdad: “Esto te conviene. Esto no”.
Esto es FINTUAL hoy.