Como miembro de la industria financiera chilena y especialmente como entidad regulada por la Comisión para el Mercado financiero, Fintual participa en una serie de instancias oficiales del rubro.
Esta vez me tocó ir al Comité de Autorregulación Financiera. Y como siempre a mayor seriedad, formalidad y rimbombancia (y galletitas!), menor presencia femenina.
Obvio, si a estas reuniones van puros peces pesados, gerentes generales, gerentes corporativos, gerentes legales, etc. Las mujeres que asisten casi siempre son de áreas de apoyo, o van como mano derecha de algún pez gordo.
La reunión partió con una discusión sobre objetivos, estrategias, etc. Hasta que un señor muy trajeado, CEO, socio, blablabla, sugirió pasar a lo concreto y tomar vías de acción, partiendo por levantar acta.
Y ahí estaba él, entremedio de otros 20 asistentes, varios con computador, casi todos varones…
Y no se le ocurre nada mejor que sugerir que “una mujer con buena letra” tomara los apuntes.
El cambio de paradigma en la industria financiera tiene que partir por ahí. Por incluir mujeres no solo para mejorar las estadísticas e informes de sustentabilidad o para que hagan “trabajo de mujeres”, si no para que sean partícipes activas del debate e influyan en la toma de decisiones. No tiene sentido que busquemos un porcentaje de presencia femenina en los lugares importantes, si nos siguen mandando a tomar nota o a buscar café.
Además les aseguro que las pocas mujeres que estaban presentes ahí tenían harto mérito, y mucho que aportar además que su bonita letra…
Y mi letra es horrenda.
Mira esta charla "El mundo necesita más devs":