La forma en que interactuamos con nuestro entorno —nuestras inclinaciones naturales a buscar información en todos los rincones darle tanta importancia a los rumores, tratar de encontrar patrones, huir por refugio seguro— fueron fundamentales para sobrevivir durante gran parte de nuestra historia evolutiva como especie humana.
Sin embargo, a la hora de invertir nuestras “reacciones instintivas” han demostrado ser las mayores fuentes de errores.
Algunos de los principales errores que se cometen cuando se invierte —en especial cuando se hace en el largo plazo— son:
Error 1: tener poca paciencia
Ir al gimnasio, salir del colegio, sacar una carrera, cuidar las plantas de un jardín: ejemplos de cosas que realizamos de forma pausada y progresiva, notando los beneficios de forma muy lenta. ¿Cuántas veces te ha sucedido que notas los beneficios de lo que haces de forma inmediata?
Al invertir las cosas no serán muy diferentes y básicamente hay dos caminos que se pueden elegir:
- Buscar los beneficios rápidos (pero poco probables), apostando por tener suerte inmediata, con la consecuente adrenalina/estrés que conlleva ganar o perder —similar a ir al casino—, o
- Una actitud tranquila pero disciplinada al momento de invertir, planificando en el largo plazo, sin perder el foco ante cada noticia, sin caer, por ejemplo, en el pánico en el caso de sufrir una pérdida de corto plazo.
Si lo tuyo es lo segundo, vale la pena seguir leyendo el resto de los errores que se comenten comúnmente.
Error 2: no diversificar
La idea es simple: no dejes todos los huevos en un mismo canasto. En término de inversiones, no te expongas a determinados sectores o empresas particulares. Este principio aplica a todo tipo de inversiones: inversiones inmobiliarias, inversiones alternativas, etc.
¿Tienes tus ahorros invertidos en solo una empresa? Tienes entonces un alto riesgo de diversificación: sería mucho mejor tener tus ahorros invertidos en 5, 100 o incluso 1000 empresas. Y, ojalá, independientes entre sí.
Error 3: dejar de invertir cuando el mercado está a la baja
Un buen plan de inversión generalmente contempla ahorros de forma periódica, generalmente una vez al mes. Esto se hace muy fácil cuando el mercado está en alza: tus inversiones van bien, así que seguramente tendrás más ganas de invertir mes a mes. Sin embargo, cuando el mercado está a la baja, el miedo puede ser mayor que las ganas de seguir un plan, lo cual es un gran error porque resulta ser contraproducente: si el mercado está más “barato”, con mayor razón no deberías detener tu plan.
Warren Buffet es uno de los grandes inversionistas de la historia, y de esta forma explica qué hacer cuando el mercado está a la baja:
“Durante períodos dominados por el miedo, nunca debes olvidar dos cosas: primero, el miedo generalizado es tu amigo como inversionista, porque sirve para comprar gangas. Segundo, el miedo personal es tu enemigo”.— Warren Buffet
¿Cómo esta idea se potencia cuando inviertes de forma periódica, como por ejemplo, ahorrando e invirtiendo $50.000 de forma mensual?
Resulta que cuando el mercado está subiendo las acciones se vuelven cada vez más caras, y entonces con $50.000 comprarás cada vez menos número de acciones, lo que se traduce es que estás comprando menos porcentaje de participación en empresas que se vuelven más caras.
Por el contrario, cuando el mercado está bajando, y por lo tanto las acciones se vuelven cada vez más baratas, con $50.000 comprarás cada vez más número de acciones, lo que se traduce en que estás comprando más porcentaje de participación en empresas que se vuelven más baratas.
En resumen: invertir de forma periódica tiene muchísimo sentido financiero.
(Esto es una forma alternativa de ver el mismo principio que explicamos en término de diversificación de las probabilidades de pérdida).
Error 4: dejar que tus emociones controlen el proceso
Emociones: probablemente la primera razón de malas decisiones financieras. El mercado no se comporta de forma racional, sino que es un sistema complejo dominado muchas veces por ráfagas temporales de miedo o de euforia.
Las acciones —por ejemplo— pueden tener grandes desviaciones en periodos cortos de tiempo, sin embargo, en el largo plazo los retornos son más estables y más altos que instrumentos conservadores (como por ejemplo, depósitos a plazo). Entender esto permitirá incluso aprovechar las decisiones irracionales de otros inversionistas.
Error 5: no considerar los costos a la hora de invertir
Siempre cuando inviertes tienes que considerar los costos de invertir: obviamente estos no deberán ser mayores a tus beneficios. Estos costos los deberías conocer en fondos mutuos, fondos de inversión, en compra de acciones o en compra de otros productos de inversión.
Ningún producto financiero es gratis, todos tienen comisiones, remuneraciones o algún tipo de costo asociado que repercute directa o indirectamente en la rentabilidad final a la cual accedes.
Imagina, por ejemplo, que inviertes $5.000.000 durante 6 años en un fondo mutuo de acciones, y que estas rentan 7,9% al año. Imaginemos que este fondo cobra 5% al año (como lo hacen varios fondos mutuos de instituciones bancarias conocidas). El resultado es que durante los 6 años ganarías un total de $888.185 neto (descontando las comisiones). Sin embargo, si hubieses pagado 1.19% en comisiones (en vez de 5%) habrías ganado $2.350.074 neto.
A veces puede ser oscuro saber cuánto te cobran. Por eso, prefiere instituciones transparentes de inversión.
(Bonus: si te gusta John Oliver, probablemente quieras ver su explicación en referencia a fondos de pensión en EE. UU.).
Plan de Acción
Primero, recuerda que debes ser un inversionista, no un especulador. Recuérdalo de nuevo:
“Ser un inversionista, no un especulador”.
Después, toma en cuenta los siguientes consejos:
- Desarrolla y construye un plan de ahorro ajustado a tus necesidades, a tu nivel de riesgo y a tus plazos de inversión, en el mejor de los casos con algún asesor de inversiones. Recuerda y ten presente por qué objetivo estás invirtiendo y te será más fácil mantener las ganas de continuar haciéndolo.
- Ajusta tus expectativas a los retornos históricos. No esperes hacerte rico de la noche a la mañana. Una estrategia consistente y de largo plazo es la que realmente te permitirá cumplir tus objetivos.
- Aprovecha los beneficios tributarios que existen, especialmente si estás ahorrando para la vejez, en donde existen beneficios demasiados útiles tales como el APV.
- Sigue el plan en piloto automático. Monitorear tus inversiones es importante, pero no te vuelvas adicto a revisarlas día a día. No actúes de forma emocional ante cualquier movimiento o evento. Si tus ingresos aumentan, trata de aumentar tus ahorros.
Y también tenemos un artículo donde explicamos cómo ordenar tus finanzas dedicándole solo dos horas al mes.
Si te gustó este artículo y tienes un comentario o algo para complementarlo, escríbenos a cartas@fintual.com. Publicamos las más destacadas.