Qué son los paraísos fiscales
Cuando escucho sobre inversiones en paraísos fiscales, lo asocio a que alguien está escondiendo algo ilegal que no quiere que nadie sepa. Como cuando los piratas guardaban sus tesoros en islas solitarias, para que nadie se los viniera a quitar o la Corona cobrara sus ganancias no tan legales.
Pero a diferencia de los piratas, las inversiones en paraísos fiscales no constituyen un acto ilegal. Son inversiones que simplemente se trasladan a territorios extranjeros con condiciones atractivas para hacerlo, como impuestos más bajos. Lo importante es informar a cuando esta rente al Servicio de Impuestos Internos de cada país.
¿Y qué es un paraíso fiscal?
La OCDE identifica un paraíso fiscal con 4 elementos clave:
- La existencia de una mínima o nula carga tributaria;
- La falta de intercambios de información efectivos;
- La falta de transparencia en el mercado; y
- La inexistencia de una substancial actividad económica en el mercado.
Las Islas Caimán es un ejemplo de paraíso fiscal, porque al no contar con actividades productivas significativas, busca atraer recursos del extranjero que favorecen la constitución de sociedades sin cobrarles impuestos ni imponerles exigencias en cuanto a oficinas o empleados que deben mantener.
Por eso también se les llama “oficinas de papel” o shell companies. Ahora, si es tan simple atraer inversionistas extranjeros, ¿por qué los países más pobres no utilizan estas medidas para combatir su falta de desarrollo?
La respuesta es que los inversionistas le dan un alto nivel de importancia a la estabilidad política y financiera a la hora de decidir dónde alojar sus recursos, condiciones que no son fáciles de encontrar en países con una precaria situación económica y social.
En el caso de las Islas Caimán, de acuerdo con los estudios estadísticos del Banco Mundial para el año 2020, está en el percentil 98,1 en la categoría de percepción de estabilidad política, de ausencia de violencia y de terrorismo. Eso significa que se encuentra mejor posicionada que el 98% de los demás países y territorios sujetos a la medición. Para verlo en perspectiva, Chile figura en el percentil 49,1 para la misma categoría y España en el 58.
¿Y qué pasa con Chile con los paraísos fiscales?
Como no son ilegales y el tipo de condiciones que ofrecen ayuda a incentivar la inversión, toca poner atención en cómo son tratadas por la ley chilena.
Vamos a lo técnico: la Ley sobre Impuesto a la Renta establece en su artículo 41 H las condiciones que debe cumplir un territorio o jurisdicción para ser considerado como un “régimen fiscal preferencial”, calificación que incide en obligaciones de información y en la aplicación de impuestos de tasa superior, entre otras. En otras palabras, debes informar que tienes esta inversión.
Además, el artículo 3° de esa misma Ley indica que los domiciliados o residentes en Chile tienen que pagar impuestos por las rentas de cualquier origen, por lo que deben ser declaradas las que provengan de paraísos fiscales.
Es decir: puedes llevar tu tesoro a una isla caribeña. Pero tienes que acordarte de informarlo y pagar impuestos cuando empiece a rentar.
Y si quieres, puedes complementar esta lectura con el capítulo de La cuentacuentos: Paraísos fiscales.
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