El nuevo logo de Fintual
Cambiamos el logo de Fintual y el camino fue largo. Acá algunas reflexiones sobre lo que implica un logo, una marca y la identidad de Fintual.
Lo primero: logo =/= marca
Todas las marcas tienen un logo, pero no todos los logos tienen una marca. Se suele pensar que un logo es un dibujito acompañado de letras y que no hay mayor ciencia asociada a su creación. De hecho, tener un logo con look “profesional” es muy fácil hoy en día. Con páginas como Canva puedes lograr resultados bastante convincentes en cuestión de minutos.
¿Y sabes qué? Lo recomiendo. Si tienes un emprendimiento en pañales, probablemente te conviene pagar un par de dólares por Canva, jugar un rato y armar tu propio logo. Destina los recursos a que tu negocio funcione y después puedes preocuparte de aspectos formales como el logo. Lo que no puedes dejar de lado es la construcción de marca, que puede contener al logo. Pero no, no es lo mismo.
Cuando entré a Fintual hace casi un año me llevé una increíble sorpresa. Sin duda faltaba diseño, porque nunca habían tenido una persona dedicada a eso, pero en materia de branding habían logrado algo espectacular.
De lo mejor que he visto en Chile y sin mucho “diseño”. Sin paleta de colores, sin un buen logo, sin “marca” en la jerga popular.
Un producto vivo que te habla con la misma cercanía que un amigo, de humor “clever” y con una cultura interna que calza perfecto con lo que se transmite para afuera. Fresh, hacker y minimal, pero serio y digno de recibir mi plata. On point.
En ese sentido había mucho que rescatar, pero también harto que trabajar.
Nos asesoramos con expertos externos para ordenar la casa en materia de branding y en paralelo junto a Nicole hemos estado haciendo que visualmente sea coherente, atractivo y único. Perdonen lo siútico y (un poco) levantado de raja pero functional yet delightful es una denominación que me gusta darle.
Construimos y seguimos construyendo de forma gradual lo que es la identidad visual de Fintual y hoy, después de meses iterando y probando, llegamos a un logo que creemos que funciona como flagship de esta flota llamada Fintual.
Aunque llegar al sencillo resultado que verás más abajo no fue nada de fácil.
Lo segundo: diseñando un logo
Tenemos una marca bacán. ¿Cómo desarrollamos un logo acorde?
Un buen punto de partida es definir dónde va a vivir el logo y así determinar el tipo de composición a desarrollar.
En el caso de Fintual, el uso es principalmente en entornos digitales, cómo un ícono de App, favicon y foto de perfil en redes sociales. También debe ser capaz de ser impreso en nuestra futura tarjeta y merchandising, pero eso queda en segundo plano.
Es por esto que la estructura base que más nos conviene desarrollar es un imagotipo.
Esto permite que el isotipo sea utilizado de forma independiente, aprovechando la etiqueta escrita Fintual que ya tienen por defecto los íconos de perfil en redes sociales y sistemas operativos móviles. Así evitamos la redundancia Fintual Fintual @fintual.
Ahora sabemos que hay que desarrollar dos piezas por separado, que puedan ser unidas y funcionar como una composición única. Por un lado, necesitamos un símbolo representativo del producto y su espíritu y por el otro, una representación de texto de fácil lectura que diga Fintual. Partimos por el isotipo.
¿Qué queremos contar?
Al igual que muchas marcas, Fintual es un organismo complejo. Hay múltiples formas de abordar lo que significa y lo que queremos que signifique. En esta parte hay que hacer concept hammering. Es muy difícil contar una historia elaborada a partir de un único símbolo. Sugiero escoger un elemento literal, otro elemento simbólico y el tono en el que lo quieres narrar. Punto.
En nuestro caso fue:
Elemento literal: Inversiones.
Fintual es una plataforma para invertir en fondos mutuos. Sí, hace mucho más que eso, pero hay que elegir lo central.
Elemento simbólico: Transparencia.
Uno de los valores fundamentales de Fintual es la transparencia absoluta en la relación con nuestros clientes. Nada de letras chicas ni truquitos.
Tono: Tech Startup.
Independiente de que estemos insertos en el mundo de las inversiones en fondos mutuos, no queremos que se nos conecte con los actores tradicionales en ese rubro. Somos mucho más cercanos a Airbnb o a Google que al “Banco de la nación”.
Bonus: Único.
Tomamos como desafío llegar a un logo que se salga de lo tradicional. Intentamos evitar la clásica flechita, el corazón, el escudo o simplemente girar en torno a la letra “F”.
Manos a la obra
No voy a dar la lata con las 6 iteraciones y múltiples modificaciones que tocamos en el camino. Este es nuestro nuevo logo y te voy a contar por qué.
El isotipo
Inversiones: 1⁄4 de circunferencia que sirve como abstracción del negativo de una curva de crecimiento exponencial, nos conecta con los conceptos de inversión y crecimiento.
Objetivos, no plata: el círculo marca en su punto central el fin de la curva de crecimiento, simbolizando el momento en que nuestros clientes logran sus metas. A las personas no les importa tanto llegar a un monto, lo que realmente importa es poder comprarte tu primera casa, pagar la educación de tus hijos, viajar por el mundo, etc. El beneficio. Objetivos reales para personas reales.
Transparencia: como existimos en un entorno primordialmente virtual, podemos darnos el lujo de usar más de un color en nuestro logo. Aprovechamos eso para sobreponer las figuras a través de nuestra paleta de azules y así comunicar la transparencia.
Las matemáticas o la visión: en un principio nuestro logo era perfectamente geométrico. Es decir, que ambas figuras tenían mismo ancho, alto y área total. Y al estar unidas la esquina de una con el punto central de la otra, la composición final era cuadrada.
El problema con esto es que, al ser figuras diferentes y tener distintas intensidades de color, el peso se iba inevitablemente hacia la esquina inferior izquierda. El logo se veía desbalanceado.
Lo que tuvimos que hacer es un ajuste de compensación óptica. El círculo quedó levemente más grande que el área de crecimiento, pero para el ojo humano se ven del mismo tamaño y la pieza final perfectamente balanceada.
El logotipo
En este caso la operación fue un poco menos simbólica.
Cambios la tipografía por una Sans Serif geométrica, para que conversara mejor con Poppins, la familia que usamos en nuestros textos. Se hicieron leves ajustes de kerning y overshoot para darle un look más limpio y único.
Además, las letras T y L tienen un pequeño corte de 15° para reforzar el concepto de crecimiento, aun cuando el isotipo no está presente.
Y no, el color no es negro absoluto.
Lo tercero: ¿Y cómo se ve esto en el mundo real?
Es muy diferente ver un logo en un lienzo en blanco que aplicado. Ahora te invito a ver algunos ejemplos de la presencia de nuestro nuevo símbolo en el mundo real.
Mi consejo: primero trabaja tu marca.
Mejor tener un logo difuso con una marca clara y poderosa. Como dijo el fotógrafo Ansel Adams:
There is nothing worse than a sharp image of a fuzzy concept.