Realidad Virtuosa: las ventajas de adoptar la innovación
La realidad virtual parece ser el futuro, pero ya está aquí entre nosotros. Hay que decirlo. Suele pensarse como algo lejano, que de hecho aparece en las primeras novelas de ciencia ficción; una tecnología que te permite adentrarte de lleno en un mundo digital alternativo al que vives. Suena interesante.
A fines del siglo pasado surgieron algunas propuestas. Nintendo, por ejemplo, estrenó en 1995 el Virtual Boy, una consola que se decía revolucionaria, pero que era aparatosa, incómoda y solo mostraba dos colores. No era futurista, era un fracaso. Por casos como este no se tocó el concepto por bastantes años, ya que el mundo aún no estaba preparado. Actualmente la situación es bien distinta. Las oportunidades que ofrece la renovada realidad virtual (RV) son emocionantes.
Oculus VR, una pequeña empresa de desarrolladores, lanzó en 2012 una campaña de crowdfunding para producir un set de gafas de realidad virtual de alta gama. Esto hizo voltear los ojos de los escépticos, ya que prometía grandes avances en la calidad de esta ciencia; alta resolución, mayor inmersión y sensores espaciales. Ante tal promesa, Facebook adquirió Oculus VR en 2014, y otros grandes, como Sony, comenzaron a desarrollar dispositivos de alta calidad.
Hoy en día la realidad virtual es una realidad (la talla mala es a propósito). Hace unos meses tengo un equipo de RV y lo que me encanta es que no me deja de sorprender. Me entrego completamente cuando lo tengo puesto y pueden pasar un par de horas y sentirse como veinte minutos. El home te recibe en una cabaña futurista en medio de las montañas al atardecer y es precioso, realista, me lo creo.
Juego Beat Saber, un videojuego musical en el que debes romper y esquivar cubos que vienen hacia ti al ritmo de la música, y sin darme cuenta estoy haciendo el ejercicio que no hice en toda la cuarentena. Me motiva genuinamente a mostrárselo a quien sea que tenga cerca, para entregarles literalmente una dosis de asombro y ver cómo cambian sus expresiones al sorprenderse con el equipo.
Y como cada año la tecnología avanza alocadamente, estas consolas de alta calidad logran bajar sus precios. Las características más impresionantes de estos equipos son la capacidad que tienen para proporcionar experiencias inmersivas. Sus valores a la hora de entretener son incuestionables. Crean narraciones interactivas llevadas al siguiente nivel, en que el jugador está realmente dentro del mundo que le proponen. Su campo de visión y todo lo que tiene alrededor es parte de la simulación.
Y esta tecnología no solamente está diseñada para entretener, sino que abre las puertas a infinitas oportunidades para ayudar a las personas. Cualquier tecnología que provea acceso a educación, información, elección y oportunidades es buena tecnología. Lo importante es saber usarla para hacer el bien.
De lo virtual a lo humano
La realidad virtual, acompañada de la realidad aumentada (simulaciones que aparecen en nuestras pantallas a la hora de ver algo a través de la cámara, por ejemplo Pokémon Go o los filtros de Instagram), están entregando soluciones e innovaciones revolucionarias para las personas en múltiples áreas.
En la medicina ya se está usando esta tecnología para entrenamientos y prácticas de cirugías y operaciones especializadas, con el fin de preparar a los médicos para situaciones reales. También se utiliza como terapia para el dolor. Se han hecho estudios en que a los pacientes que se les entregaron gafas de RV para recibir experiencias audiovisuales (programas de relajación inmersiva o incluso videos de vuelos sobre montañas nevadas) demostraron percibir bastante menos dolor que los pacientes que vieron lo mismo, pero en pantallas tradicionales mientras se sometían a la operación. Además, se está destinando mucho interés y financiamiento a programas e instituciones dedicadas a tratar la salud mental con la ayuda de la RV.
En la educación también está dando de qué hablar. Permite entregar experiencias pedagógicas únicas, como por ejemplo visitas virtuales al sistema solar, a distintas eras históricas, o un simple paseo a un museo sin tener que dejar la sala de clases. La RV puede ser particularmente beneficiosa para estudiantes con necesidades especiales, como el autismo. Se ha demostrado que puede ser una plataforma amigable para desarrollar y practicar habilidades sociales para pacientes de este espectro.
Otro ámbito en que la lleva es en la creación artística. Esta tecnología puede transformarse en un taller moderno en el que el espacio que nos rodea se convierte en un lienzo en tres dimensiones. Aplicaciones profesionales como Gravity Sketch, pensada para diseñadores profesionales, o Tilt Brush, desarrollada por Google, ponen a disposición del usuario una gran variedad de pinceles —incluso algunos animados— para esculpir obras virtuales que luego pueden ser fotografiadas dentro del dispositivo y compartidas en pantallas tradicionales.
En el área de servicios también hay propuestas interesantes. Potenciales clientes pueden ver cómo será determinado artículo antes de comprarlo. Ikea desarrolló un programa para poder ver en el espacio tridimensional un producto determinado respetando las dimensiones. Ese es un ejemplo de cómo podría ser beneficioso a la hora de tomar decisiones, y no solo con productos, sino que incluso podría ser útil para escoger destinos a los que ir de vacaciones.
Compañías innovadoras están dando a conocer el vasto potencial que tiene esta ciencia. Si bien todo esto resulta muy emocionante, hay un principal problema que frena la masividad y adoptación de esta tecnología: el diseño. Aunque los equipos son cada vez más ergonómicos, siguen siendo aparatos con un peso significativo que se deben adherir a la cabeza.
El último Oculus en el mercado viene listo para usarse con solo una conexión wifi. A cambio de esta comodidad, tienes una especie de ordenador frente a tus ojos detrás del visor que genera la magia. Pesa un poco, pero nada grave. Personas entusiastas de la tecnología no verán mayores problemas con esto. Pero para el consumidor habitual, el concepto aún le parece lejano y poco accesible.
Lo cierto es que en realidad (😉), la RV está muy aquí. El último set de gafas de Oculus VR vio un incremento en las ventas con respecto a dispositivos anteriores e incluso sobrepasó las expectativas. Sin ir más lejos, Fintual invierte en dos ETF que invierten en realidad virtual: SMH y QQQ. Sabemos que, junto a estos índices, hay mucho potencial y harto que esperar de esta tecnología.
Faltarían unos años para que los equipos vayan encogiéndose y adaptándose mejor a las necesidades de hoy en día. Lo bueno es que si ignoramos esa barrera, de todas maneras se puede afirmar que mucha más gente puede vivir en primera persona las experiencias que la realidad virtual nos tiene para ofrecer.